La pintura gouache es una técnica maravillosa y versátil que combina algunas de las mejores características de la acuarela y el acrílico. Aquí tienes algunos consejos para usar gouache en tus dibujos:
Preparación: Al igual que con otras pinturas, comienza preparando tu espacio de trabajo. Utiliza papel grueso y de buena calidad, idealmente papel de acuarela, ya que la gouache puede ser bastante acuosa.
Mezcla: La gouache viene en tubos o tarros y se mezcla con agua. La consistencia puede variar dependiendo del efecto que desees. Para trazos más opacos, usa menos agua, y para efectos más translúcidos, diluye más la pintura.
Capas: Una de las ventajas del gouache es su capacidad para cubrir capas anteriores. Puedes pintar capas oscuras sobre claras y viceversa, lo que permite correcciones y ajustes en tu trabajo. Asegúrate de que cada capa esté seca antes de aplicar la siguiente para evitar mezclar los colores.
Aplicación: Usa pinceles de diferentes tamaños y formas para crear distintos efectos. Los pinceles planos son buenos para áreas amplias y trazos definidos, mientras que los pinceles redondos son ideales para detalles y líneas finas.
Mezcla en Paleta: Mantén una paleta de mezclas a mano para crear colores personalizados. La gouache se seca rápidamente, pero puedes reactivarla con un poco de agua si es necesario.
Corrección: A diferencia de la acuarela, puedes corregir errores fácilmente con gouache. Si cometes un error, simplemente espera a que se seque y pinta encima.
Finalización: Una vez que termines tu dibujo, déjalo secar completamente. Aunque la gouache seca rápidamente, asegúrate de que todas las capas estén completamente secas antes de enmarcar o almacenar tu obra.